Arquitecturas
y modelos de oferta
2.2.
Arquitecturas Cloud.
Como
decíamos, Cloud computing no es en sí una nueva tecnología, es más
un nuevo modelo de prestación de servicios. Ya hemos comentado en la
lección anterior, que la capa principal es la virtualización, pero
también hay una capa superior muy importante que es el
aprovisionamiento de recursos IT, la orquestación de esos recursos y
su orientación a servicios (SOA: Arquitectura Orientada a Servicios)
con un claro enfoque de estandarización.
La
orientación a servicios y la estandarización es la parte más
importante de lo que se viene en denominar tecnología Cloud y sobre
todo, la que lo diferencia de una simple plataforma de
virtualización. Un entorno cloud tiene que ser escalable, elástico,
flexible, tener una cierta automatización y permitir la interacción
con el usuario para poder manejar todos estos recursos y capacidades.
La
arquitectura de cualquier entorno cloud está basada en la
compartición de recursos como ya hemos visto. Por ejemplo, en un
modelo de infraestructura cloud en el cual, el objetivo es entregar
al usuario instancias virtuales del hardware (IaaS), parece lógico
que tengamos elementos comunes (electrónica de red, seguridad,
almacenamiento, etc.) y la función principal de ese entorno cloud es
permitirnos manejar esas instancias virtuales como si fueran
únicamente nuestras.
Analizando
la arquitectura que debería tener cualquier entorno de cloud desde
la parte inferior o más próxima al hardware debería ser la
siguiente:
Elementos
compartidos de hardware
Capa
de virtualización o hipervisor
Orquestador
de todos estos elementos tanto hardware/software
Y
un panel de control o capa de aplicación con orientación a
servicios
Todos
estos elementos no tienen porqué ser independientes o estar
separados, y de hecho, la capa de orquestación y panel de control
para usuario suelen ir juntas. En el mercado podemos encontrar
proveedores que han desarrollado su propio orquestador/panel de
control (aquí suelen ir juntos) y otros que se han basado en
soluciones estándar que ofrecen los principales fabricantes y que
después han personalizado en la medida de lo posible. Toda la
funcionalidad y capacidades de un entorno cloud van a depender de
estos dos elementos, y es ahí donde los proveedores invierten un
mayor esfuerzo para evolucionar y mejorar día a día las
características que ofrecen. Eso sí, siempre tiene que ser con un
objetivo fundamental: automatizar y ayudar al usuario final.
A
la hora de analizar diferentes soluciones de Cloud tendremos que
comparar todos estos elementos. Es importante que el proveedor tenga
bien implementada la capa de virtualización, que sea capaz de
ofrecer esa flexibilidad de la que hemos hablado, que tenga un buen
panel de control para el usuario final, y que sobre todo tenga
implementada una capa de seguridad.
Hasta
ahora solo hemos hablado de las ventajas técnicas del Cloud
Computing, pero ¿cuál es la ventaja más importante para el
usuario? Poder centrarse en su negocio, abstraerse de la capa
técnica, el no tener que estar continuamente preocupándose por el
mantenimiento y evolución de los elementos hardware y por supuesto
también, el poder acceder a tecnología que por tamaño del proyecto
o empresa, no sería posible. Ahí es donde de verdad Cloud Computing
es una novedad, por eso decíamos al principio que no es una nueva
tecnología, es un nuevo modelo de negocio, una nueva forma de
trabajar.
Esto
debería encajar en todo tipo y tamaño de empresas, pero sobre todo
en las PYMES donde todavía más se acentúa la importancia de poder
acceder a tecnología o medidas de seguridad que solo se consiguen
con economías de escala. Es impensable que una PYME tenga que
preocuparse de que electrónica de red usar, que tipos de firewall
necesita, de renovar, de innovar … está claro que tiene que ir
directamente al uso de este tipo de soluciones.
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