Modulo
#3
3.
Oferta de servicios cloud
3.1.1.
Los servicios desde el Usuario (I)
En
este módulo vamos a revisar los servicios cloud desde el usuario,
mediante servicios como Escritorio Virtual, o VDI, así como
servicios de base relacionados con el Centro de Datos.
El
último punto del módulo recoge ejemplos de oferta disponible en el
mercado español para entornos Cloud Computing, lo que nos ayudará a
conectar los distintos servicios que hemos ido viendo en este curso,
con empresas que los ofrecen y nos pueden ayudar a implantarlos.
Desde
la perspectiva de usuario, el cloud computing abre las puertas a una
forma completamente nueva de relacionarse con el entorno en
diferentes ámbitos como: profesional, social y ocio.
Los
beneficios más inmediatos de los que disfrutamos como usuarios de
Cloud Computing son: reducción de costes, pago por uso, simplicidad
y diversidad de soluciones.
Vamos
a utilizar un ejemplo para explicar este apartado: las suites de
productividad ofimática.
Hasta
la aparición de Cloud Computing, el usuario tenía que adquirir una
licencia de uso de software, descargarlo o adquirir un
equipamiento,media kit, e instalarlo en su PC para poder utilizarlo.
Al efecto de que el software funcionara adecuadamente, debía
actualizarlo con frecuencia. Asimismo, los documentos generados con
la suite debían ser respaldados, guardados, en unidades externas
para garantizar así la seguridad de los datos.
De
forma transversal, el usuario se veía obligado a disponer de otro
software que interactuara con su suite ofimática, como un Anti-Virus
o un Anti-Spyware, para garantizar así, que no “contaminaba” sus
documentos con malware que pudiera poner en riesgo su trabajo.
A
la hora de compartir un documento, era necesario gestionar múltiples
versiones del mismo y enviarlo por correo electrónico o facilitarlo
en un soporte externo USB o similar. Con cada cambio se generaba un
documento nuevo, que debía almacenarse, respaldarse y compartirse.
Por
otro lado, recaía sobre el usuario la responsabilidad mantener al
día su sistema, sin cuya salud la suite ofimática no funcionaría.
Por lo tanto, debía mantener su PC debidamente actualizado, el
registro limpio, administrar el espacio disponible y mantener
actualizados los drivers de los distintos dispositivos que componian
el ordenador.
Finalmente,
debía configurar y mantener al día los periféricos que fuera a
utilizar y que interactúan con la suite ofimática, como impresoras,
escáner, cámara, etc.
Como
usuarios finales, todo este trabajo lo hemos venido realizando de
forma natural desde siempre, y estamos acostumbrados a él. Pero si
analizamos el tiempo neto semanal dedicado por cada usuario a
mantener el día su PC y sus aplicaciones, saldrían una suma mucho
mayor de la que creemos.
Por
otro lado, los recursos que precisaba el programa para su ejecución
eran locales, y con los cambios de versión que los fabricantes
introducían nos veíamos obligados a comprar más hardware cada
cierto tiempo para poder continuar trabajando: almacenamiento,
memoria o procesadores.
Si
subimos un escalón, de nuestra casa a las empresas, tenemos que
hablar de entornos complejos de Directorio Activo y de “System
Center” donde precisamos varios administradores trabajando para
mantener al día la planta de PCs y servidores, así como dar el
soporte necesario a nuestros usuarios, mantener el entorno seguro y
ofrecer acceso permanente a todos los usuarios en movilidad.
Si
analizamos todo el proceso, el usuario final o el administrador, en
el caso de las empresas, era el encargado de realizar todas las
acciones necesarias para que las aplicaciones funcionaran
correctamente.
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